21 octubre, 2005

El cansancio de mi pasado

Hoy he vuelto a sonrreir, a ser quien me gusta ser, yo mismo, y no mi desconocido ser. Ese traidor no me volverá a poseer, sin malos rostros que poner, sin forzar, sin temer, ahora solo río por sonreir otra vez.

Una hoja yace en el suelo, vivía en las ramas, y el otoño la desterró, ahora nuevamente el viento le da un empujón, subiendola hasta lo alto, de donde un triste día calló.


Adiós cansancio de mi pasado, simplemente adios, ya no me haces pequeño, ya no me quitas valor, te has llevado a quien más he querido, pero herido me levanto con honor, como la hoja caida que al árbol regresó.
Sin más, adiós.


Estadisticas web